Absorbí tu más profundo aliento;
el delirante aroma de tu cuerpo;
el olor de tu cabellera al viento
y el eterno perfume de tu centro.
Toda te absorbí a cada momento.
Y te exhalé… y te volví a inhalar
aún cuando ya no estabas,
cuando te alejabas con el tiempo.
domingo, 9 de marzo de 2008
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